jueves, 7 de octubre de 2010

Presencia social en una aula virtual

Presencia social en una aula virtual
María Carolina Díaz Franky

El ciberespacio usa las redes de telecomunicaciones conectadas por cables, usando tecnologías y mediaciones virtuales, que si bien, para las generaciones es conocido, es cotidiano, para muchos, aún no lo son, y se alcanza a percibir una resistencia al cambio, a entrar en ese mundo y asimilarlo como otro espacio de relaciones sociales, de intercambio de información, de un cara a cara en ambientes virtuales de aprendizaje; y esto ha causado la crítica frecuente respecto a la deshumanización de la sociabilidad de los seres humanos, que por que estos medios de comunicación, de redes, no permiten el encuentro personalizado, sensorial, natural, al que hemos estado acostumbrados.

El hombre es un ser de costumbres, y el paso a la adaptación al mundo virtual, no debe ser negativo, todo lo contrario, tiene muchos aspectos positivos, es una nueva cultura, donde el concepto debe ser claro, y empezar a comprender que en toda cultura hay errores humanos, hay fallas, y con eso, hemos tenido que vivir durante generaciones, la transformación de valores, actitudes, errados, la logra la educación, y es ésta la que ha tenido que aportar a esos cambios de la sociedad, donde las personas vienen de hogares, de colegios y universidades, donde su entorno social, le ha aportado para bien y para mal, pero todos estos factores, les han formado y transformado.

Entonces, por qué razón, no se puede hablar de que en una cultura virtual, se puedan crear comunidades virtuales auténticas, para aprender, donde el intercambio de información sea más diverso en el sentido en que las aportaciones suelen proceder de todo el mundo y no solamente del tutor,  y que a su vez, se genere un sentido de pertinencia e identidad, donde se pueda crear consciencia, transformar conceptos errados sobre el uso de la virtualidad para el crecimiento personal, profesional y el desenvolvimiento social, sin dejar de lado, la importancia de mantener el contacto cara a cara presencial, nacemos con ello, llegamos al mundo en este contacto.

Un tutor tiene la gran responsabilidad de aportar en algo a la generación de ésta conciencia, de enfocar adecuadamente el objeto del trabajo colaborativo, del uso de las redes sociales, de fortalecer la “presencia social” en el aula virtual, para ello, debe seleccionar alguna de las estrategias de aprendizaje virtual, que favorezca la interacción cara a cara, como la estrategia de un aprendizaje colaborativo efectivo, donde la UNAD (2010), menciona que para lograrlo, es importante hacer presente en el trabajo grupal cinco características: Interdependencia positiva: "nosotros" en lugar de "yo", responsabilidad y compromiso individual, interacción cara a cara, habilidades sociales, y por último,  procesamiento de grupo.

Y respecto a la interacción cara a cara, el ITESM menciona que ésta se logra cuando los estudiantes: a) proveen unos a otros ayuda, intercambian recursos como información y materiales; y procesan la información más eficientemente; b) proveen unos a otros retroalimentación para mejorar su desempeño en las tareas y responsabilidades; c) comparten conclusiones y razonamientos para la toma de decisiones correctas; d) se motivan unos a otros a alcanzar la meta y beneficios mutuos; e) actúan de manera que inspiren confianza unos a otros; f) en consecuencia disminuye el estrés y la ansiedad.

Así, de acuerdo con la ponencia de trabajo colaborativo virtual en 2004 del ITESM y en la UNAD 2010,  que afirma que la interacción cara a cara no solamente es posible en contexto presencial sino también en el ambiente a distancia, a través de actividades de interacción en línea, puedo decir que desde ésta perspectiva, estoy de acuerdo en que es posible de ambas formas. Y siendo el aprendizaje colaborativo una estrategia que favorece ésta presencia social, es importante que “el "tutor virtual" diseñe y facilite un conjunto de experiencias de aprendizaje que le permitan al estudiante apropiarse de manera colectiva de cada uno de los ejes de temáticos del curso” (UNAD, 2010).

Recomendaría al construir una actividad colaborativa, que el tutor o tutora, tenga en cuenta al inicio instruir a los estudiantes respecto a las habilidades de colaboración. Sucede que muchos estudiantes - especialmente los más brillantes- comienzan con una resistencia a trabajar en equipos. Según Collazos (2010), “los conflictos interpersonales – usualmente tienen que ver con diferencias entre los integrantes del grupo con respecto a habilidad, sentido de responsabilidad, ética, inevitablemente se acrecientan en el trabajo en grupo y pueden seriamente interferir con la efectividad del grupo. Por esta razón, es conveniente que el profesor como instructor, enseñe estas habilidades de resolución de problemas y de trabajo en equipo”.

Como tutores debemos comprender la socialización “cómo un proceso por el cual, se aprende a ser miembros de una comunidad humana y a interiorizar los valores  y roles de la sociedad en que hemos nacido”, (Cruzado, 2010). Por ello, recomiendo también apoyarse en la herramientas de la web 2.0 como blog, wiki, redes sociales para la interactividad, monitorear y siempre realimentar a tiempo los trabajos presentados por los estudiantes. Y conforme a los roles que menciona la Universidad Sergio Arboleda (UNAD, 2010), es importante que el tutor identifique el nivel cognitivo y las características socio afectivas de los participantes, brinde orientación y apoyo permanente.

Ahora, menciona también, que cómo rol, el tutor debe motivar a los participantes, lo que me parece definitivamente, un factor de éxito clave en la tutoría efectiva para lograr una mayor presencia social en el aula; también, que realice seguimiento a todas las actividades propuestas resolviendo dudas y/o conflictos, seleccione y diseñe materiales didácticos adecuados para el aprendizaje en línea, y que desarrolle habilidades en el uso del lenguaje escrito para su fácil comprensión, y yo agregaría que al iniciar un proceso de formación virtual, se instruya al estudiante en ésta misma habilidad, para tener una comunicación oral y digital efectiva.

Collazos, C., & Guerrero, L., & Vergara, A. Aprendizaje Colaborativo: un cambio en el rol del profesor. (2010, noviembre). Recuperado el 11/11/2010 en: http://formacion.unadvirtual.org/moodle/file.php/1/CONTENTS/601006_exe/aprendizaje_colaborativo_un_cambio_de_rol_en_el_profesor.pdf . Pág. 7.

Cruzado, R. (2010, noviembre). Recuperado el 11/11/2010 en: http://es.calameo.com/read/0003222279df6d7d3b872
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (2004), Aprendizaje colaborativo en las redes de Aprendizaje; ITESM, México, 2004. Recuperado el 11/11/2010 en: http://urtol.tol.itesm.mx/webpage/ppt/ponenciatrabajocolaborativovirtual.doc.

UNAD, (2010). Diplomatura en Tutoría Virtual. Formación de Formadores. Sala de Repaso. Curso Acompañamiento Tutorial en EAD y AVA. Recuperado el 11/11/2010 en http://formacion.unadvirtual.org/moodle/file.php/1/CONTENTS/601006_exe/rol_del_tutor_i.html

UNAD, (2010). Diplomatura en Tutoría Virtual. Formación de Formadores. Sala de Repaso.  Curso Acompañamiento Tutorial en EAD y AVA.  Recuperado el 11/11/2010 en: http://formacion.unadvirtual.org/moodle/file.php/1/CONTENTS/601006_exe/rol_del_tutor_ii.html

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